Nuevo nacimiento de cóndor andino, en Villavicencio
Este feliz hallazgo fue registrado en una de las salidas de control de los guardaparques de la Reserva Natural Villavicencio y luego incorporado al Censo Simultáneo de Cóndor Andino (Vultur gryphus), en el marco del cual ya se había avistado otro nido de pichón de cóndor en el Parque Tupungato.
El 10 de octubre del 2023, durante una salida habitual de control y vigilancia del equipo de guardaparques de la Reserva Natural Villavicencio, se avista un nido de cóndor en el ambiente de puna de la Reserva, a unos 2900 m.s.n.m.
En un primer momento se ve a un macho cuidando a un huevo. En sucesivos monitoreos, el 26 de diciembre se constata la presencia del pichón de Cóndor recién nacido.
Estos trabajos de monitoreo se sumaron a los esfuerzos del Censo Simultáneo de Cóndor Andino que se desarrolla en la red de áreas naturales protegidas de Mendoza -en el marco del Programa de Conservación de Cóndor Andino (PCCA) de Fundación Bioandina Argentina- y a los trabajos de monitoreo por parte del plantel de guardaparques.
Gracias a ello, podemos conocer el estado de conservación de la especie, y tomar medidas de manejo en caso de ser necesario. Tal es así que, a fines de noviembre del 2023, durante el censo simultáneo, se encontró otro nido de cóndor en el Parque Tupungato1*.
Macho adulto de Cóndor cuidando huevo. Foto Martín Pérez @cuyo.birding.3
Desde la Reserva Natural Villavicencio, hace 23 años se llevan sistemáticamente acciones de control y vigilancia de la biodiversidad. Por representar algunos números de los últimos años:
Tareas de Control y Vigilancia de Área Guardaparques de la Reserva Natural Villavicencio
Año | Horas en campo | N° de Recorridas:
2021: 1001 hs | 224 (37 son puestos fijos)
2022: 995 hs | 182 (26 puestos fijos)
2023: 1270 hs | 185 (18 puestos fijos)
2024: 150 hs | 24 (3 puestos fijos)
Estos hallazgos son de suma importancia, considerando la presión que está atravesando la población de esta especie en la región. Es que algunos productores ganaderos utilizan cebos tóxicos, es decir, envenenan animales muertos o cebos de carne, para eliminar a otros predadores mayores como pumas y zorros. Pero esto se transforma en una amenaza para otras especies, como el cóndor, que descienden a comer estos animales muertos envenenados, siendo una trampa mortal. Un caso reconocido fue el fallecimiento de 34 cóndores en Los Molles (Malargüe).
Esta iniciativa de registro sistemático de cóndores que desde hace 4 años viene aplicando Mendoza a través del Censo Simultáneo de Cóndor Andino, permitirá arrojar datos precisos de ejemplares, comportamientos y conocer el estado de conservación de la especie. Es decir, indicadores para tomar medidas de manejo con bases científicas. El próximo 19 de febrero, se llevará a cabo la 14° Edición del Censo Simultáneo de Cóndor andino en la red de áreas naturales protegidas de la Provincia.
CARACTERÍSTICAS DE LA ESPECIE Y ROL ECOSISTÉMICO
Nombre Científico: Vultur gryphus
Nombre Común: cóndor, cóndor andino
Estado de Conservación: Vulnerable2
LA ESPECIE
El cóndor como especie, es longevo, vive más de 70 años, posee baja mortalidad y lenta maduración sexual.
Características3:
• Cabeza: como todo buitre, no posee plumas en la cabeza y cuello, lo que facilita mantener la higiene del animal cuando come carroña.
• Patas: no son prensiles, son bastante robustas, con dedos fuertes, pero con uñas romas relativamente débiles (Parera, A; 1997).
• Pico: ágil y fuerte, capaz de abrir el cuero de grandes animales muertos, permite que tanto él como las restantes especies de necrófagos menores, accedan al alimento (Cuesta, 2000). El color es indicador de edad, cambia gradualmente del negro al blanco.
• Hábitat: El Cóndor utiliza plataformas o salientes en los acantilados para pasar la noche y cuevas o repisas protegidas para anidar.
• Rol ecológico: limpiar el ambiente. Tiene la capacidad de digerir carne en mal estado, sin que afecte su salud. Esto permite la eliminación de infecciones y posibles contagios a otra fauna sin esa capacidad. Una de sus funciones principales en la naturaleza, es limpiar el ambiente de los restos de animales muertos, los cuales podrían diseminar enfermedades peligrosas (Wallace, et al 1985).
• Alimentación: Come animales muertos. Puede pasar varios días sin alimentarse, se tiene registros de al menos una semana, pudiendo almacenar en el buche hasta 4 kg de pulpa de carne. Al encontrar alimento son muy cuidadosos antes de bajar, se aseguran no exista ningún peligro previamente. Ya que para ellos no es fácil remontar vuelo una vez que se encuentran en el suelo, principalmente después de comer.
Hábitos:
- Son monógamos: como dijimos, alcanza la madurez sexual a los 8-9 años (Temple, et al 1989; Jácome, 1994). La pareja pone un único huevo, en la arena o gravilla del suelo, sin construir ninguna estructura, lo incuban, crían al pichón y tienen un largo cuidado. Estos extensos ciclos reproductivos indican que una pareja cría un único pichón cada 2 o 3 años. Baja tasa reproductiva.
- Son gregarios: existe una rigurosa jerarquía donde dominan los machos adultos, luego las hembras de igual edad, después los sub-adultos y por último los juveniles. Aparentemente existe un aprendizaje social de esta dominancia a la hora de la alimentación.
Riesgo: En vista de esta baja tasa reproductiva, para que la población de cóndores se mantenga estable se necesitan igualmente bajas tasas de mortalidad. Dadas estas circunstancias, la mortalidad causada por el ser humano es de gran importancia y genera un gran impacto sobre las poblaciones naturales.
Tanto el cóndor andino como toda la fauna silvestre de Mendoza se encuentran protegidos por la Ley Nacional de Fauna 22.421, la Ley Provincial de adhesión 4.602, su modificatoria la Ley 7.308 y el Decreto Reglamentario 1.890/05.
Referencias:
- Nota los andes Imágenes de una familia de cóndores registrada en el censo ↩︎
- Lista Roja UICN, Lista de especies en riesgo UICN ↩︎
- Información* y gráfico** extraídos de: Biología y distribución del Cóndor andino ↩︎
Categorías
Vigías de la naturaleza, educadores ambientales, preventistas, informadores, combatientes de incendios, creadores de infraestructura, abridores de caminos, monitoreadores del ambiente.
Hoy, gracias a sus riguroso trabajo en territorio, el mantenimiento de las picadas corta fuego y la reducción de residuos, la Reserva lleva más de 14 años sin incendios forestales.
En términos de control y vigilancia, las horas dedicadas a esta tarea se ve reflejando un gran trabajo de campo que ha logrado un gran cambio. Antes de la creación de la Reserva, varias especies sufrieron una gran disminución debido a actividades que impactaron sus poblaciones y la calidad de sus hábitats como desmonte, actividad minera, cacería e incendios, donde los más afectados fueron el guanaco, el puma y el zorro colorado, resaltando la necesidad de su protección. Ocho años después de la creación, la población de guanacos comenzó a recuperarse gracias a los esfuerzos del equipo de la Reserva, que no sólo protege especies y hábitats de flora y fauna, sino que también garantiza su regeneración y sustentabilidad.
En la Reserva Natural Villavicencio, visitada por más de 200.000 personas al año, la figura del guardaparque es esencial, no sólo para proteger el medioambiente, sino para el éxito de los programas de conservación y turismo responsable que se desarrollan desde el año 2000.
Esta efeméride refuerza el valor de la tarea de cuidar, conservar, proteger y preservar este espacio único y su riqueza natural autóctona.
🤠 Gracias por la dedicación y el compromiso a todos los guardianes de la naturaleza, en especial a los nuestros 🤠
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