La Reserva Natural Villavicencio es Sitio Ramsar desde el año 2017. Es el sitio N° 2330 de la lista, el tercero de la provincia de Mendoza y la primera reserva natural de gestión privada del país con esta declaración.

La Convención Ramsar o Convención de los Humedales es un tratado internacional aprobado el 2 de febrero de 1971 en la ciudad iraní de Ramsar (de ahí su nombre), relativo a la conservación y uso racional de los humedales. Su sede administrativa se encuentra en Gland, Suiza. La Convención está integrada por 119 países, entre ellos Argentina. Esta convención entró en vigor en 1975 y lo que promueve es la conservación y el uso racional o sostenible de los humedales.

Los sitios Ramsar nacieron con esta convención ambiental mundial, la única que trata los ecosistemas de los humedales, en beneficio de la conservación y el uso racional de estos en el mundo.

Un sitio Ramsar es un humedal que es considerado de importancia internacional debido a que es polo de abundancia o riqueza biológica, es refugio para aves acuáticas migratorias estacionales y de la fauna del área en que se encuentra.

Esto es lo que figura en la web de Ramsar respecto de la declaración de la Reserva como sitio Ramsar N° 2330:

El Sitio está localizado en la Provincia de Mendoza. La Reserva ha sido designada por el Ministerio de Ambiente y Obras Públicas de la Provincia de Mendoza Reserva Natural Voluntaria de Uso Múltiple. Varias fuentes termales emergen de sus laderas y de las riberas de sus arroyos, y tanto los componentes minerales como la temperatura del agua tienen efectos terapéuticos. La Reserva proporciona servicios ecosistémicos importantes, por ejemplo, suministro de agua, alimentos y recursos recreativos y estéticos, que regulan las inundaciones y la erosión, y recargan el acuífero subyacente. También alberga numerosas comunidades ecológicas, como las vegas (llanuras aluviales), los humedales más característicos del sitio.

La Reserva cubre un amplio rango de altitud, desde los 700 hasta los 3,300 metros sobre el nivel del mar, y alberga numerosas especies notables, como el gato andino Leopardus jacobita, en peligro de extinción, y el endémico Mastuato Pristidactylus scapulatus.

El sitio también posee un importante patrimonio paleontológico e histórico; sin embargo, enfrenta amenazas tales como los impactos de la minería, las especies invasoras, los incendios forestales, la caza de grandes vertebrados y la captura ilegal de aves silvestres.

https://rsis.ramsar.org/es/ris/2330

¿Por qué son tan importantes los humedales?

Los humedales almacenan más carbono que los bosques y actualmente son el ecosistema más amenazado de la Tierra. Están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques. Las actividades humanas son la causa principal de la degradación de estos ecosistemas.

Las especies que habitan o se alimentan de los humedales están en peligro de extinción. Una de cada tres especies de agua dulce y el 25% de todas las especies de los humedales están en peligro debido a la disminución de los humedales.

Los humedales proporcionan la mayor parte del agua dulce, actualmente es escasa. El 2.5% del agua de la Tierra es agua dulce, los humedales proporcionan la mayor parte, almacenada principalmente en glaciares y acuíferos.

¿Por qué merece la pena restaurar los humedales?

Los humedales restaurados aportan beneficios clave:

Recuperación de la diversidad biológica: El 40% de las especies mundiales viven o se reproducen en los humedales. La restauración de los humedales fomenta la cadena alimentaria local y atrae a las especies silvestres.

Reposición y filtrado del suministro de agua: Los humedales filtran el agua de forma natural, eliminan contaminantes y fomentan el suministro local de agua. 

Almacenamiento de carbono: Determinados tipos de humedales, particularmente turberas, manglares, pantanos intermareales y praderas marinas, son sumideros de carbono especialmente eficaces.

Mitigación del impacto de las inundaciones y tormentas: Los humedales restaurados pueden actuar como esponjas frente al exceso de lluvia y las inundaciones, amortiguar las mareas tormentosas costeras y proteger a las comunidades en condiciones climáticas extremas. 

Fomento del Turismo ecológico: un humedal restaurado puede ser un atractivo turístico sostenible; un atractivo natural que atrae turistas, con las oportunidades pertinentes de prestación de servicios.  

Mejora de la calidad de vida: Los humedales revitalizados proporcionan un lugar donde relajarse, vivir la naturaleza y disfrutar de la satisfacción que se siente por su recuperación

La restauración de los humedales es una tarea de gran envergadura.

¿De qué manera puedo yo personalmente participar o contribuir?

Tomar decisiones personales que reduzcan al mínimo la pérdida y degradación de los humedales.

Aprender más sobre los humedales: Ser consciente de las graves amenazas que afectan a este ecosistema valioso, tales como el drenado, la contaminación por residuos y productos químicos, y las especies invasoras.

Tomar decisiones respetuosas para con el agua y que tengan en cuenta el ecosistema: Moderar el uso del agua. Seguir una dieta que tenga menor impacto ambiental. Evitar el uso de productos tóxicos que podrían fluir hasta los humedales. No verter basura o residuos en los humedales. 

Acciones audaces: Aprovechar vuestra propia capacidad para crear el cambio y apoyar la restauración de los humedales, en el ámbito local, regional o nacional.

Crear una iniciativa de promoción y defensa: Alentar a los gobiernos locales, regionales y

nacionales a proteger los humedales locales y restaurar los humedales degradados.

Eliminar los escombros, basura y residuos acumulados en el humedal: Participar directamente en un proyecto de restauración de un humedal local.